José Timoteo Franco (1917 – 2001)
El Recuadro
Redacción
José Timoteo Franco fue uno de los músicos más importantes en la historia de Córdoba, dejando una marca indeleble en la música de la ciudad, especialmente en la Semana Santa. Nacido en 1917, José Timoteo dedicó su vida al desarrollo y la difusión de la música, particularmente en el ámbito procesional.
Un músico con una formación sólida
Desde joven, Franco demostró una habilidad notable para la música. A los 15 años ingresó al Conservatorio Superior de Música de Córdoba, donde se destacó por su destreza con la flauta, una habilidad que definiría toda su carrera. Obtuvo el Premio Extraordinario en el conservatorio, una distinción que le permitió abrir puertas a nuevas oportunidades en el mundo musical.
A lo largo de su vida, Franco no solo fue un flautista destacado, sino también un compositor prolífico y un pedagogo que se dedicó a formar a nuevas generaciones de músicos. Su influencia fue clave en el enriquecimiento de la música procesional en Córdoba.
Su obra para la Semana Santa
José Timoteo es especialmente recordado en el ámbito cofrade por sus composiciones procesionales. Aunque su repertorio abarcó diversos géneros, fueron las piezas dedicadas a la Semana Santa las que consolidaron su nombre. En este contexto, dos fueron sus obras dedicadas a dos Cofradías de nuestra Semana Santa: «Jesús Rescatado» (1958) y «Santísimo Cristo de las Penas» (1957).
La primera de ellas, y la más conocida y extendida, «Jesús Rescatado», está dedica a Ntro. Padre Jesús Nazareno Rescatado, “Señor de Córdoba”, Con una estructura que destaca por su solemnidad, esta obra captura la seriedad y la devoción del pueblo de Córdoba a su Señor.
Timoteo cuenta con otras obras de alto calado, como las plegarias que escribiera para la Virgen de las Angustias de Córdoba: «Madre Mía» y «La Reina del Dolor«. «Madre Mía» es una composición que invita a la reflexión, llena de melancolía y recogimiento, con una melodía que parece susurrar la pena de una madre.
«La Reina del Dolor» sigue un camino similar, con una profunda carga emocional dedicada a la Virgen de las Angustias, una de las advocaciones más importantes para los cordobeses. Esta pieza es también una plegaria que acompaña a la devoción popular, con una alta carga emocional.
También, conocemos la pieza «Ave María«, una obra con un matiz especial, ya que está dedicada al hijo del autor con motivo de su primera comunión, se trata de un «andante religioso» que tiene un tempo moderadamente lento, caracterizado por una atmósfera solemne y espiritual.
Interpretación de la marcha “Santísimo Cristo de las Penas” por parte de la banda de música de «La Esperanza».
Interpretación de la marcha “Jesús Rescatado” por parte de la banda de música de «La Esperanza».
Andante religioso «Ave María» interpretado a piano por Rafael Wals y la soprano María Rodríguez.
Más que un compositor
José Timoteo Franco no fue solo un músico y compositor, sino también un maestro que dedicó parte de su vida a enseñar y transmitir su conocimiento. En 1973 regresó a Córdoba y comenzó a impartir clases en el Conservatorio de Música, donde formó a nuevas generaciones de músicos. Durante su tiempo como docente, muchos de sus alumnos valoraron su capacidad para inspirar y transmitir la pasión por la música.
El legado de José Timoteo, en este sentido, es mucho más amplio que sus composiciones. En su faceta como educador, transmitió no solo la técnica musical, sino también el amor por la tradición musical cordobesa. Sus enseñanzas fueron clave para el desarrollo de una nueva generación de músicos que continuaron su obra en los años posteriores.
José Timoteo Franco falleció en 2001, pero su legado sigue vivo en la ciudad de Córdoba. La música que dejó continúa siendo un pilar en la Semana Santa, y su influencia sigue presente en las bandas de música y en los músicos cordobeses que lo consideran un referente.
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El Recuadro ve la luz el 8 de Septiembre de 2010, Festividad de Ntra. Sra. de la Fuensanta, Patrona de la Ciudad de Córdoba.